Vaya disyuntiva. Votar por los candidatos y partidos de siempre. O hacerlo cruzando toda la boleta, votar en blanco, voto nulo pero con la intención de hacer ver a la clase política mexicana lo que pensamos muchos ciudadanos mexicanos. Es evidente que hay un desgaste en el modelo actual de los partidos políticos; de los funcionarios públicos; de la burocracia; de todo un sistema que no ha podido o querido hacer bien las cosas a favor de los ciudadanos, del país mismo. Han surgido políticos nuevos, "jóvenes", pero que muestran un estilo viejo, desgastado, basado en el corporativismo, presiones a sectores protegidos, como el magisterial, sindicatos, etc. Que siguen enviando camiones repletos de gente llevada con engaños, promesas de cada tres años. En metro "gratis", con descuentos en el agua o el gas, para quedar bien con el elector. Quien quite ganen y puedan por tres o seis años más seguir sirviendo a sus propios intereses particulares. Pobre Nuevo León, pobre México. Pobres todos.
Y las soluciones a los graves problemas del país. No aparecen por ningún lado, solo promesas huecas, juegos de palabras, las mismas frases desgastadas. Y un electorado harto. Los partidos "grandes" le apuestan al corporativismo, al apoyo de sindicatos y grupos que se han visto favorecidos anteriormente. Los partidos "jóvenes" esperando aprovechar algo del pastel; al menos obtener el mínimo de votos exigido. Por ejemplo el Partido Verde, que solo ostenta ese color en el nombre pero que poco o nada hace por la ecología maltrecha, ha sido apoyado por las televisoras (Televisa y TV Azteca), a cambio estas televisoras han obtenido al menos 8 curules plurinominales en la Cámara de Diputados. He aquí algunos nombres: Lorena Corona Valdéz, ex-empleada de Televisa, Rodrigo Perezalonso, Ninfa Clara Salinas, hija de Ricardo Salinas Pliego, por mencionar algunos. Así que, de nosotros depende. Permitir que los partidos sigan en el negocio o hacerles ver que los ciudadanos podemos definir de manera independiente el rumbo de las cosas.
Propongo una reforma donde la opción de votar en blanco cuente en el resultado final de una elección. Si los votos en blanco son mayoría esa elección se anularía por falta de candidatos aceptables. De esa manera los partidos políticos tendrían más cuidado en la elección de sus candidatos. Además, abrir la posibilidad de los candidatos independientes y quitar a los plurinominales que solo sirven para premiar a grupos de intereses.
